En febrero del 2006 procedentes de San Miguel de Tucuman nos dirigiamos con rumbo sur hacia Cordoba.
Pasando la ciudad de Simoca, en la localidad de Atahona, observamos a la derecha de la ruta unas ruinas que nos llamaron la atencion por su arquitectura, su disposicion y deterioro, que le otorgaban el misterio de aquello que es antiguo. Decidimos parar y tomarle algunas fotos.
Pocos metros separan estas ruinas conocidas como San Antonio de Padua de la ruta nacional 157, en la localidad tucumana de Atahona, algunos kilometros al sur de la ciudad de Simoca. Ningun cartel recuerda al viajero este testimonio arquitectonico del paso de los sacerdotes franciscanos por la zona. Estas ruinas son los restos del convento que poseia la orden, instalada en la zona en 1684, su casa de descanso y retiros, segun lo que pudimos averiguar. El tiempo y el poco interes aparente en conservar este invalorable sitio amenazan con destruir una porcion de la historia tucumana.
pase por alli,hace dos años,y tambien tuve el impulso de parar al ver semejante tesoro,tapado de yuyos,casi tan altos como yo,aunque no soy muy alta..jajaj,pero vi el abandono,y me anime a adentrarme un poco y sacar fotos,aunque me dio miedo,por algun derrumbe y los bichos que pudieran haber,en fin despues me contacte con gente,y el mismo secretatio de cultura me escribio diciendome que las iban a reflotar,apuntalandolas y cuidando el lugar....no volvi...no se que paso,pero,,,,,no me extrañaria que sigan igual o peor...lastima.pero me lleve una buena historia
ResponderEliminarAcabamos de pasar yendo hacia Simoca, hermoso lugar solo para fotografiar, lastima que no se le realizaron ningunos cuidados, ya le va quedando poco! Al lado hay una escuela, que pena que no lo supieron aprovechar
ResponderEliminarFui a conocerlas hace una semana. De acuerdo a lo que veo, cada vez más deterioradas, como la mayoría de las cosas en Tucuman, una pena muy grande. En la oficina de turismo de la feria de Simoca consulte que se podia ver en los alrededores del pueblo y ni me la mencionaron. Entonces les consulte por las ruinas; y no las conocian. Llegué geacias a la orientación que me dio una mujer en un bar del pueblo. Que triste!!!
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