La Quebrada de Humahuaca, por decirlo de algún modo, se "abre" en su sector norte, las altas serranías que la limitan al este y al oeste se separan resguardando una planicie ondulada con serranías menores y un microclima particular. Este área, más que nada al norte del pueblo de Humahuaca, se caracteriza por la presencia de "churcales" formados por bosquecillos de Churqui (Prosopis ferox) en algunas quebraditas o por la presencia de ejemplares solitarios, junto a cardones y otras cactáceas. Allí también, la Ruta Nacional 9 se separa bastante del Río Grande virando en dirección noroeste. Pasando la entrada a la Comunidad Aborigen Hornaditas, unos doscientos metros a la derecha de la ruta, se encuentra el paraje "Churquiaguada" y el sitio arqueológico homónimo. Este antigal esta emplazado sobre una colina ubicada en la confluencia del Arroyo de Chorrilos y el de Churquiaguada. Se trata de un sitio de almacenamiento incaico caracterizado por la presencia de 36 montículos de piedra dispuestos en tres hileras y algunos recintos rectangulares. Estos montículos son construcciones de piedra circulares conocidos como "Collqas" o depósitos del Inca, es decir eran una especie de silos donde se guardaban los distintos productos.
Vista de las construcciones de piedra, detrás, Cardones y Churquis.
Collqa
Las Collqas eran construcciones para almacenamiento.
Este tipo de sitios estaban ubicados en lugares estratégicos tanto desde el punto de vista logístico como climático.
Representación de las Collqas incaicas del cronista Guamán Poma de Ayala de su obra "Primer y nueva crónica y buen gobierno". Tomado del libro "Los Incas del Collasuyu" de Rodolfo Raffino (1981). En la imagen se ve a Topa Inga Yupanqui junto a un Suyuyoc o administrador, que lleva los registros de entradas y salidas utilizando los Quipus, que era un sistema de registro realizado con cordeles y nudos.
Vista general de las Collqas
Escondido entre los churquis, un recinto cuadrangular
probablemente utilizado para vivienda o administración.
El recinto lo encontramos ligeramente reconstruido y reutilizado por los lugareños como "chiquero", no en el sentido de lugar para cerdos, sino en el sentido local del término dado a los corrales para los animales "chicos".
Vista desde el recinto cuadrangular, hacia abajo de la colina donde se ubica el sitio pasa una quebradita húmeda por donde serpentea el Arroyo Chorrillos para unirse aguas abajo al Río Grande. Allí existen algunas viviendas rurales y en el cerro que se observa más atrás, también con churcales, existe otro sitio arquelógico de origen tardío e incaico comprendido por distintas construcciones o pircas ubicadas en dos morros principales.
Este sitio es conocido como Pucara de Hornaditas, distante unos cientos de metros de las Collqas, ambos sitios están ubicados en la linea que dibujaba el Qapaq ñam o "Camino del Inca", que proveniente de la Puna pasaba por Inca Cueva, la zona de Zapagua, Churquiaguada y hacia el sur se dirigía a los otros sitios con rasgos incaicos de la Quebrada de Humahuaca, como el Pucará de Tilcara o el de Yacoraite entre otros.
Vista desde Churquiaguada del Qapaq ñam o "Camino del Inca".
La Era del Imperio (1430 - 1536 d.c.) en la Quebrada de Humahuaca es el período que comienza en el siglo XV con la expansión del Imperio Incaico o Incanato originario de la región del Cuzco en la sierra sur del Perú. El Tawantisuyo fue el imperio más extenso de América del Sur dominando los Andes desde Ecuador hasta Chile y Argentina en el Noroeste y Cuyo hasta la provincia de Mendoza. La superioridad militar y económica del Tawantisuyu, denominación del Estado Cuzqueño, era tal que los omaguacas no pudieron resistir la conquista que duró unos cien años, hasta la caída del Imperio producida por los conquistadores españoles. "El dominio incaico trajo consigo importantes cambios en el orden político local, desplazando algunos de los linajes y comunidades que hasta entonces gozaban de mayor poder y encumbrando a otros que actuaron como intermediarios entre el imperio y la población local" (Nielsen, 2002). Algunos sitios fueron destruidos violentamente como Los Amarillos, otros como el Pucará de Juella y probablemente el de Hornillos fueron abandonados. En los que perduraron, los nuevos gobernantes construyeron edificios de tipo religioso o administrativo, como la "iglesia" del Pucará de Tilcara, la kallanca de La Huerta o el tambo de Yacoraite (Nielsen, 2002). A pesar de lo "fugaz", en términos arqueólogicos, de la dominación incaica en la Quebrada de Humahuaca, sus huellas resisten el paso del tiempo en numerosas construcciónes, topónimos, vocablos y costumbres.
Para leer:
Raffino, Rodolfo: "Los Inkas del Kollasuyu", Ramos Americana, Bs. As. 1981
Nielsen, Axel: "Los tesoros de la Quebrada de Humahuaca" 1º Ed, Thomas Gibson Fine Art Ltd, 2002.
Ver también:
No hay comentarios:
Publicar un comentario