Caburé Chico (Glaucidium brasilianum) - Ferruginous Pigmy-Owl
Caminabamos en la tarde invernal cercana al ocaso, por una calle del porteñísimo barrio de Parque Patricios. Nos dirigíamos al urbano pulmón homónimo, imaginando como sería este rincón de Buenos Aires cincuenta o cien años antes, arrabal tanguero, barrio de laburantes sin duda, barro y pampa quizá, sur sin más. Cruzamos Cátulo Castillo por 24 de Noviembre y poco antes de llegar a Rondeau desesperadas voces bajaban desde un fresno desojado, insistentes rompieron nuestra charla, agudas captaron nuestra atención. Un Zorzal Colorado emitía voces de alarma, pronto un Hornero sumó su voz. Nos acercamos, sorprendidos descubrimos la causa. Posado e imperturbable, alto en el caducifolio, se encontraba el rey de los pájaros.
Ave mítica, legendaria como pocas, es el Caburé en nuestra cultura popular.
Es una lechuza chiquita, la más pequeña tal vez, que no supera los 16 cm, apesar de lo cual es un predador de pájaros que incluso lo superan en tamaño y por ello es acosado por estos últimos cuando lo descubren.
Tiene poderosas garras con las que atrapa a sus víctimas en vuelo clavándoselas en el abdomen, para ultimarlas de un picotazo en la cabeza y comerle los sesos según cuenta la voz popular.
Habita el continente americano desde el sur de los EEUU hasta el noreste de la provincia de Buenos Aires en Argentina, en selvas, bosques y arboledas incluso en sectores urbanos, como atestiguan nuestras imágenes.
No parece ser tan raro en la Ciudad de Buenos Aires como se pensaba.
Son bastante diurnos y acostumbran ubicarse en sitios visibles.
Suelen menear o balancear la cola, tiene actitud confiada, es decir no se asusta facilmente de los humanos, como otras aves.
Esta especie posee dos fases de plumaje, una gris pardusca y otra rufa que es la que aqui mostramos.
Ventralmente posee un grueso estriado blanco que contrasta con el rufo general. En la nuca tiene simulado un rostro.
A pesar de su tamaño posee una mirada intimidante.
En el interior de nuestro país se lo conoce como "el rey de los pájaros", pues se cree que estos últimos se acercan a rendirle pleitesía a dicho señor, quien ha de elegir a uno de ellos para ser sacrificado y alimentarse de sus sesos como antes comentamos.
Quizá sea este comportamiento de predador a la luz del folclore local lo que ha acrecentado su fama y lo ha introducido en nuestra literatura mediante la pluma de Ricardo Güiraldes, quién en su Don Segundo Sombra relata algunos de los usos mágicos y de hechicería que se hacen con sus plumas y otros despojos de su cuerpo.
Afirma este autor en su obra que "el corazón del Caburé tiene el peso de todas las maldades del mundo".
Hemos visto sus plumitas en venta para distintos usos en hechicería en varias santerias de capital y del gran Buenos Aires, incluso en Liniers frente al santuario de San Cayetano.
Se cuenta en algunas zonas rurales del Caburé que éste acostumbra posarse en un árbol alto y visible para alzar su voz desde ahí, atrayendo a otros pájaros. Estos quedan hipnotizados por su mirada y no resisten la atracción fatal de este pequeño predador que acometerá contra varios de ellos tomando sus vidas. De ahí que se diga: "afortunados aquellas personas que posean algunas plumas de esta ave" pues atraerán para sí fortuna, mujeres o lo que deseen. Por esto último son utilizadas como amuletos o "payés" y en la denominada "magia roja" o del amor.
Un tango, "El Caburé" de A. De Biassi sintetiza en su poesía un poco de lo que venimos comentando:
EL CABURE Letra de A. De Biassi Musica de A. De Biassi A mi me llaman Caburé porque soy un tipo que me hago temer donde voy; y a mas, yo tengo la virtud de poder amar la palomita mas gentil que quiera amar. Por eso me han de ver salir con afan en cuanto empieza a anochecer sin temor y al extender mis anchas alas hago galas de un sentido amor. Cuando mi canción entono no hay mujer
que pueda retener el ansia de querer amar sin que la presa pueda escapar pues con mirarla nada mas la encanto con sagaz empeño de aspirar su amor como quien busca en los jardines de la vida la más perfumada flor.
Todos envidian las virtudes de mi fe; y las mujeres tiemblan de miedo apenas oyen conversar del Caburé. Es en vano que me impidan dragonear a la que ha de pagar
el fuego de mi gran pasión,
de mi canción;
y si algun malo se ha de dar el dique
de afrontar a fuerza mi invencible fe,
toda la vida,
yo, le juro, ha de acordarse
de quien es El Caburé.
Esperamos que nuestros amigos lectores no salgan corriendo a conseguir las plumas...
Este ave, Caburé Chico (Glaucidium brasilianum) - Ferruginous Pigmy-Owl, fue registrada el 22 de Agosto de 2010 a las 18:00 hs posada en un Fresno a unos siete metros de altura en la calle 24 de Noviembre casi esquina Rondeau en el barrio de Parque Patricios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Su voz es una larga serie de cloqueos "u u u u" que responde al ser imitado.
El noreste de la provincia de Buenos Aires sería el limite sur de su distribución en Argentina donde sería un probable residente nidificante aunque con el status de "raro" según Narosky y Di Giacomo (1993).
Para nuestros paisanos los Wichís, el Caburé es un pícaro, que le robó ciertos poderes (del amor, de la caza y la pesca) a la divinidad Tokjuaj mediante engaños según relata Buenaventura Terán en "El ciclo de Tokjuaj" (1999). Este poder o Katchá es una potencia y la posesión de la misma, extensible al amuleto, talismán o payé en tanto contenedor del Katchá.
Numerosas son las historias y leyendas sobre este ave a lo largo de toda su área de distribución, en muchos casos ligados a prácticas de brujería o magia simpátrica.
Fue citado de manera fehaciente en más de 20 áreas protegidas de nuestro país y de momento no se encuentra en peligro.
Para leer o consultar:
Narosky Tito e Yzurieta Dario: "Guia para la identificacion de las Aves de Argentina y Uruguay", Vazquez Mazzini Editores, Bs.As. 2006.
Narosky Tito y Henschke Christian: "Aves de la Ciudad de Buenos Aires", Vazquez Mazzini Editores, Bs.As. 2005.
Narosky Tito y Di Giacomo Alejandro: "Las Aves de la Provincia de Buenos Aires: Distribución y Estatus" Editorial L.O.L.A., Bs. As. 1993.
Beccaceci Marcelo: "Buenos Aires, Ciudad y Provincia. Guía de Campo" Southworld 2009.
Güiraldes Ricardo: "Don Segundo Sombra" Editorial Losada, cuadragésima tercera edición. Bs.As. 1982. Capítulo XII.
Buenaventura Terán: "El ciclo de Tokjuaj" Ediciones del sol, Bs. As. 1999.
Ver también:
Aves de Vicente López
Naturaleza en San Isidro
Naturaleza en San Isidro II
Observación de Aves en Costanera Sur
Aves de Costanera Sur
Aves de Costanera Sur II
Naturaleza en San Isidro
Naturaleza en San Isidro II
Observación de Aves en Costanera Sur
Aves de Costanera Sur
Aves de Costanera Sur II
Aves de Costanera Sur III
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