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viernes, 8 de octubre de 2010

Tom y Jerry en Villa Martelli



Los vi pasar por la esquina desde la mitad de la cuadra donde estacionaba el auto. Un gato persiguiendo una rata, me pareció a pesar de la distancia. Bajé a buscar la cámara dudando de lo visto, más que nada por la velocidad de la escena. Tal vez era un gato chiquito o un pichón de paloma lo que el gato perseguía. Me dirigí hacia la esquina, ya no estaban. Doble hacia la derecha y avance unos metros, nada. Unos perros vagabundos venian hacia mí, haciendo su recolecta diaria. Pasaron los perros, apareció el gato y unos metros delante de él, haraposa y mojada la rata. Como todo el mundo sabe estos roedores se han adaptado al ámbito urbano, los residuos son su alimento y las cloacas su hogar. Hay millones en la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, no nos hacen gracia porque transmiten enfermedades y se comen lo que encuentran, entran en nuestras casas. Llegaron de Europa en los barcos, al igual que los gatos y han colonizado todo el mundo prácticamente, salvo las regiones polares. De la rata me percate por la mirada del gato, que se mantenía fija, su postura atenta, acechante. La rata se movía y él la perseguia, incluso amagaba algún zarpaso. No muy decidido. La seguía de cerca y mínimamente la acosaba, hasta dónde ella se lo permitía pues varias veces fue la que intimidaba. La escena transcurrió sin mas altercado que uno o dos zarpasos retrucados por chillidos o mordíscos, pequeños escapes, un intento de trepar un árbol. Nada de escenas de miedo ni sobresalto, parecía que estaban jugando. Como si la rata supiera de la impericia del gato cuyos movimientos se restringian al instinto. Este felino, como otros, depende de la enseñanza materna para desarrollar su comportamiento de caza. Este comportamiento lo observamos hace mucho, en Mendoza, dónde una madre entregaba a sus gatitos una laucha "atontada" como para que jueguen y de este modo les enseñaba. Lo hizo varias veces a lo largo de dos semanas. No es así en el caso de los perros, a ellos con el instinto les alcanza, cosa que también hemos visto. Recordamos un ovejero alemán que tuvimos, separado de su madre a los 45 días, gran cazador de ratas. Otro, húerfano en el campo, allá por Los Quirquinchos provincia de Santa Fe comía insectos de cachorro y se hizo con el tiempo un eximio cazador de cuíses, más de doscientos le contaron, y hasta liebres había cazado a lo largo de su vida. Como todo comportamiento, la caza entre los felinos tiene una base genética que condiciona el acercamiento y la captura de la presa, estas acciones son instintivas y no necesitan ser aprendidas por el gato. Otros momentos del comportamiento de caza como individualizar la presa, darle muerte y comerla, aunque también están regidas genéticamente, se realizan con mayor eficiencia luego del aprendizaje. Por ello el rol de la madre es fundamental, hacia el primer mes comienza a mostrarles presas muertas, luego, como antes comentamos, les lleva presas todavia vivas y se las deja para que ejerciten la captura. Por último, entre los 3 y 5 meses de vida les enseña a matarlas. Tal vez nuestro amigo, un gato de ciudad, no tuvo oportunidad de estar con su madre o quizá la vida urbana los alejó a ámbos de tales experiencias.

Ahi estaba la Rata (Rattus norvegicus) al pie de un Fresno, es llamada también Rata de Alcantarilla, Rata Parda o Europea, aunque en realidad no es originalmente europea pues alli fué introducida alrededor del año 1500 dc. proveniente de Asia. Como antes mencionamos prefiere hábitats modificados por el hombre, abunda en las alcantarillas, basurales y cloacas.

El Gato, especie domesticada por el hombre hace milenios, persiguiendo a la Rata.

Logra acorralarla y no sabe que hacer.

La rata huele buscando un paso o salida de la situación

El, no le quita la mirada de encima

buscando un hueco

Casi nada distrae al gato

la rata estaba mojada por la lluvia reciente

sin saber que hacer

buscando una salida...


El video cuenta el fin de esta pequeña historia.




4 comentarios:

  1. Buenísimo como siempre, Sergio!!!

    No es como los gatos que había en mi casa, esos sí sabian cazar: cucarachas, lauchas, pajaritos, un bagre de una pecera, lo que fuera!!!

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  2. Puaj muy buena la nota, asquerosa las imágenes!!!!! Hace tiempo entró una a casa cada vez que bajo al sótano creo que la voy a encontrar!!! Me dan mucha impresión!!!!

    pd: gato y perro al dope!!!! no la encontraron!!!

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  3. Buenisimo emi en la puerta del Flaco diego jaja

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  4. Sigo disfrutando con tu blog. Las imágenes y las descripciones son ¡mmmmhhhhhh!

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