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sábado, 7 de abril de 2012

El Garganchillo


Garganchillo (Buteo magnirostris) - Roadside Hawk

"Una sombra fugaz gira en el claro.
Y como si en su grito descorriera
Un sonoro cerrojo, campo afuera
La avizora gallina busca amparo.

Vibra él, alto en los aires. El sol lustra
Su atrigrado plumaje cuando vira.
Punza, bravío, su ojo de oro. Y su ira
En un lamento lúgubre se frustra."

Leopoldo Lugones, El Halcón.


Quienes hayan tenido la oportunidad de observar a esta hermosa rapaz con cierto detalle en estado salvaje, en cualquiera de los hábitats que frecuenta, incluidos los bosques y arboledas urbanos, no tendrán dificultades en identificar, más allá del nombre vulgar que intitula el poema, la especie que refiere con belleza ese gran literato cordobés. Es que, como dice Raúl Leonardo Cárman: "Lugones contempló la naturaleza y nuestra variada avifauna con arrobamiento de artista, pero también con curisidad científica". Y agrega: "el dato preciso y la bella metáfora con frecuencia se combinan en sus versos sobre aves". Varios de sus poemas sobre aves (incluidos casi todos en "El libro de los paisajes" de 1917) aparecieron en El Hornero la primer revista sobre ornitología neotropical, una de las más prestigiosas, que publica la Asociación Ornitológica del Plata (Aves Argentinas) desde 1917. Incluso se le publicó a don Leopoldo Lugones un trabajo ornitológico en aquella revista, en junio de 1932. Como dijimos, el nombre vernáculo de esta especie que utiliza el escritor, no es del todo incorrecto o general, es uno de los tantos pronunciados en tal o cual espacio-tiempo. Guillermo Enrique Hudson, el primer ornitólogo argentino, llamaba a este ave Halcón Vocinglero debido a su característico grito o lamento lúgubre.


El Garganchillo (Buteo magnirostris), Gmelin 1788; también llamado Taguató (del guaraní), Gavilán Común, Caranchillo, Chimango de Isla, Halcón de Monte o Vocinglero, Indayé; es una de las rapaces más comunes y frecuentes de nuestra avifauna. Pertenece al Orden de los Falconiformes, que agrupa a la mayoría  de las rapaces diurnas, y dentro de este a la Familia Accipitridae que cuenta con 210 especies, de las cuales 40 se han registrado en nuestro país, y está compuesta por gavilanes, esparveros, águilas y aguiluchos.

Posee la cabeza y la parte dorsal pardo negruzca, como un capuchón. Ventralmente es blanquecino estriado longitudinalmente de canela en el pecho y barrado transversalmente del mismo color en el abdomen.  Plumaje atigrado dice Lugones. Las alas son pardo oscuras con manchas canela en las primarias, notables en vuelo. Ventralmente las alas presentan las cubiertas ocráceas finamente rayadas. La cola es marrón rojiza con cuatro bandas oscuras, ventralmente blanquecina con cuatro o cinco bandas oscuras también. Existen fases mas grises y otras casi negras. El pico es negro, cera, patas e iris amarillos (ojo de oro...). Es una rapaz mediana, el macho puede medir unos 37 cm y la hembra, más grandes en general para todas las especies de la familia, alrededor de 41 cm. Su envergadura alar va de los 64 cm en el macho, a los 92 cm en las hembras. Las alas son cortas y romas, cosa que le permite maniobrar con agilidad en su hábitat que son los bordes de bosques y montes. El largo de la cola, entre 13 y 19 cm.

Garganchillo macho, posado a media altura sobre un Palo Borracho en pleno ámbito urbano, a escasos metros (literales) de Av. General Paz, límite de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con el Partido de San Martín.

Hembra sobre un tocón de Palmera Yatay, en el Parque Nacional El Palmar provincia de Entre Ríos.


El Garganchillo habita bosques, selvas, montes y lugares abiertos arbolados, generalmente cerca del agua. En nuestro país se distribuye desde el norte, siempre al este de la cordillera, hasta Mendoza, La Pampa y el sur de la provincia de Buenos Aires. Es una especie común y de momento no se encuentra en ninguna categoría de peligro. En nuestra zona, noreste de la provincia de Buenos Aires, es una especie residente y nidificante, frecuente en los bosques de la ribera platense, el delta del Paraná y la isla Martin Garcia. Es posible encontrarlo en todas las reservas urbanas, Costanera Sur, Costanera Norte, Ribera Norte, Reserva de Pilar, Los Robles, Punta Lara; también en parques y áreas forestadas urbanas y suburbanas como los Bosques de Palermo, Bosques de Ezeiza, Arroyo Raggio, Parque Avellaneda, entre otros.


Se lo puede ver solo o en pareja. Acostumbra posarse a media altura en bosques y montes, también se lo ve frecuentemente erecto en alguna atalaya, en postes al costado del camino (de ahí su nombre en inglés: Roadside Hawk), a baja y media altura, ya sean estos de alambrado o del tendido eléctrico. En vuelo, aletea rápido, muy batido, y también planea. En la época de reproducción se lo puede ver planenando en pareja o grupitos, a considerable altura, describe círculos, por momentos se mantiene aleteando en el lugar y emite un grito que es una sucesión de ásperos yieyieyiehh yieyieyie. Su voz de alarma es otro grito agudo y áspero.

Nótese el ojo de oro, la cera amarilla y el pico negro, también la cola rufa barrada de negro.

Es una especie americana, se distribuye desde el sur de México hasta Uruguay y Argentina. Por el oeste, desde México hasta Ecuador. A lo largo de su amplia distribución se han nombrado más de 16 razas o subespecies.


En nuestro país existen tres de estas razas: Buteo magnirostris saturatus, en Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, este de San Juan y Mendoza, Formosa, Chaco, Córdoba y Santa Fe; B. m. magniplumis solo en Misiones y B. m. pucherani en Corrientes, Entre Ríos y Buenos Aires.


El Garganchillo construye su nido en los árboles altos, tiene forma de plato, es de base sólida. Emplea para la construcción del mismo palitos exteriormente, hojas y gramíneas en el interior. La postura es de tres huevos de color blanco crema con pintas y manchas lilas y castañas. Son elípticos y anchos, sus medidas oscilan entre 46,4 a 48,4 mm x 38 a 39,4 mm.


En general, se alimenta de batracios, reptiles, roedores, aves e insectos. Un estudio de los contenidos estomacales realizado en el valle aluvial del Paraná Medio (Beltzer, 1990) demuestra, al menos en ese ambiente y para la subespecie B. m. saturatus, que los insectos Ortópteros de la familia Acrididae (Dichroplus sp. Tucura o Saltamontes) constituyen el 51% de su dieta a lo largo del año, siendo los otros grupos, anfibios (Hyla sp., Bufo granulosus), roedores (Holochilus sp.), arácnidos, peces (Astyanax sp. "mojarritas") y otros insectos como el "Torito" o "Bicho Candado" (Diloboderus abderus), categorías secundarias de alimento. Los acrídidos del Género Dichroplus sp. causan daños en los vegetales utilizados para el pastoreo de ganado como las  gramíneas, y también en la alfalfa, trigo, lino y hortalizas. El espectro trófico (variedad de las especies que preda) se mantiene constante y aumenta en primavera. En este lugar, el Garganchillo es estrictamente fiel para alimentarse al Bosque en Galería.


Como dijimos el Garganchillo suele apostarse al costado del camino... en este caso la AU 6 o Autopista Perito Moreno, a pocos metros de la Estación de Peaje Parque Avellaneda, que atraviesa la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Subadulto sobre un poste de alambrado en el claro de un bosque de exóticas, próximo al Refugio de Vida Silvestre "La Aurora del Palmar", de la F.V.S.A., en la provincia de Entre Ríos.

Garganchillos en cautiverio temporal (llevados por la gente o encontrados heridos), en el Centro de Rescate y Rehabilitación de Fauna Silvestre del Refugio Educativo Ribera Norte, San Isidro provincia de Buenos Aires.


Entre 1986 y 1992, Flavio Moschione y Juan Klimaitis publicaron doce números de una interesantísima revista dedicada a las aves, especialmente de la ribera platense, y a la Historia Natural en general. Según relatan en el primer número eligieron al Garganchillo, dadas sus características y frecuencia en tal ambiente, como logo identificatorio y título de la publicación. Dado que la tirada era de escaso número, solo llegó a nuestras manos adolescentes un valioso ejemplar que nos regaló un amigo. Hoy es posible acceder a toda la colección On-Line, gracias al permiso de los editores y al valiosísimo trabajo de la gente del Grupo Falco, ornitófilos que creen, como nosotros, que el conocimiento debe ser de acceso libre y compartido, y realizaron la dura labor de escanear los doce volúmenes, página por página. Bravo muchachos, un lector agradecido. No dejes de visitar su Web: Grupo Falco, donde podrás encontrar información, numerosos trabajos más en formato digital y descargar los números de El Garganchillo.


Para leer o consultar:

Beccaceci Marcelo: "Buenos Aires, Ciudad y Provincia. Guía de Campo" Southworld  2009.
Beltzer, Adolfo Héctor: "Biología alimentaria del Gavilán Común Buteo magnirostris saturatus (Aves: Accipitridae) en el valle aluvial del Río Paraná medio, Argentina" Ornitologia Neotropical, 1: 3-8, 1990.
Carman, Raúl Leonardo: "Apuntes sobre fauna argentina" Vazquez Mazzini Editores, Bs. As. 1988.
De la Peña, Martín: "Nueva guia de flora y fauna del Río Paraná" Ed. del Autor 1991.
De la Peña, Martín: "Guía de Aves Argentinas",  Tomo II, 2º Edición, Editorial L.O.L.A., Bs. As. 1992.
Ferguson-Lees, James & Christie David: "Raptors of the World, a field Guide" Christopher Helm Eds. London, 2005.
Lugones, Leopoldo: "Antología Poetica" 9º Ed. Colección Austral, Espasa Calpe, Bs. As. 1965.
Narosky Tito y Di Giacomo Alejandro: "Las Aves de la Provincia de Buenos Aires: Distribución y Estatus" Editorial L.O.L.A., Bs. As. 1993.
Narosky Tito e Yzurieta Dario: "Guia para la identificación de las Aves de Argentina y Uruguay", Vazquez Mazzini Editores, Bs.As. 2006.
Olrog, C.C.: "Las aves sudamericanas" Tomo I, 1º Ed. Universidad Nacional de Tucumán, Fundación Miguel Lillo, Tucumán, 1968.
Olrog, C.C.: "Las aves argentinas, una nueva guía de campo" APN, Bs. As. 1984.


Ver más (sobre aves):

 

jueves, 5 de abril de 2012

El Alcázar de Huazihul

 Cerro "el Alcázar" - Valle de Calingasta, provincia de San Juan

"Cacique que su historia
se encargaron de tapar
Mostrando al cura y milico
héroes del pasado nacional.
Fue Huaykil de su pueblo
y dió en el Alcázar su vida
fue como un puma en la lucha
herencia que en nosotros habita"

Huaykil -"Chizzo" Nápoli, Huazihul.

Al norte de la localidad de Calingasta, en el valle homónimo limitado al este por la precordillera que en ese punto es la Sierra del Tontal y al oeste por la Cordillera de los Andes, apenas pasando las Ruinas de Hilario se encuentra el cerro conocido como "El Alcázar". Las formas que la erosión talló en las rocas sedimentarias que lo constituyen y permiten ver los distintos estratos geológicos como en un libro, cobran vida cuando el viajero se entera de las leyendas y tradiciones orales que cuentan los pobladores del valle. El epígrafe que elegimos para esta nota es un fragmento de la letra de Huazihul, tema de Huaykil, banda sanjuanina de Heavy Metal, y del líder de La Renga, Gustavo "Chizzo" Nápoli, que sintetiza la esencia de un conjunto de historias y leyendas populares, conocidas en este rincón cuyano.

Por un ripio de unos 200 metros que parte de la Ruta Provincial 412, a medio camino entre Calingasta y Barreal, se accede a la base del cerro.

El cerro Alcázar pertenece a las estribaciones occidentales de la Sierra del Tontal, en la precordillera sanjuanina.

Milenios de erosión tallaron sus formas minuciosamente. Cuando el viento se eleva y brama en sus gargantas despliega por el valle sus antiguos fantasmas y profundos misterios.

Los estratos geológicos visibles, compuestos por rocas sedimentarias, pertenecen a la Formación triásica de Calingasta (entre 230 y 190 millones de años), es decir que corresponden al período Mesozóico o Secundario.

El cerro se encuentra dentro de la eco región del monte de valles y bolsones, caracterizado por su aridez, que en ciertos lugares, los más distantes de las escasas fuentes de agua, se convierte en un verdadero desierto.

Su nombre, Alcázar, es un termino castellano de origen árabe, un arabismo como tantísimos otros, deriva del vocablo Al qasr que quiere decir "el castillo" o palacio. Tal vez los españoles que llegaron a la zona encontraron semejanzas con el famoso Alcázar de Sevilla o alguna fortaleza medieval de su tierra natal. 

El cerro ha sido declarado Monumento Natural Provincial por decreto 0271-6-93, constituyendo un área natural protegida de aproximadamente 1000 hectáreas de superficie. El objetivo es preservar su singular belleza paisajística y geológica. Unos cincuenta kilómetros al sur, pasando la localidad de Barreal, se encuentra otra área natural protegida que preserva ambientes similares: el Parque Nacional El Leoncito.

Durante el verano, la mañana es el momento ideal para recorrer sus laberintos naturales. Hacia el ocaso, cuando el sol se pierde entre las cumbres de la cordillera, es el mejor momento para contemplarlo y apreciar las mutaciones de sus formas, los tonos de su policromía.

 Según se cuenta, con la llegada de la noche se puede oír el bramar del cerro como un grito que desciende por los cañadones, un grito desesperado del pueblo Huarpe sometido, de su Huaykil ("cacique" o Elegido) martirizado por el poder español.

El relato más extendido cuenta la historia de este Huaykil, cuyo nombre era Huazihul, joven fuerte y vigoroso, valiente adalid de las huestes Huarpes, pobladores originarios de las tierras del cuyo. Hombre de gran belleza, admirado por las mujeres y respetado por todos los guerreros de la región. Durante la conquista, los españoles destacaron a un tal Diego Salinas, para someter al pueblo Huarpe. Huazihul marchó a la batalla junto a su gente y el choque de fuerzas se dió en el Alcázar. La diferencia numérica y el hierro de los españoles logró cercar a los Huarpes en la cima. Huazihul veía con impotencia como sus flechas rebotaban en las armaduras de los españoles, entonces, soltando su arco se arrojó con furia sobre Diego Salinas hiriéndolo en el brazo. El español blandió su espada de acero toledano atravesando el corazón de Huazihul, cuya sangre tiñó las rocas sedientas, cerrando para siempre sus ojos, entregando en el Alcázar la vida. Con su muerte los Huarpes fueron doblegados y luego sometidos a la corona de España.  

Por ello, otro de los nombres del cerro es "Al-k-zat", "lugar del daño". 

Otra leyenda cuenta que fue en el Alcázar donde el cacique huarpe llamado Huazihul y la castellana Pilar de Ulloa, protagonistas de un amor prohibido, se arrojaron juntos desde sus alturas, escapando de la persecución de las tropas españolas. Por esta leyenda, es un lugar elegido por los pobladores del valle para festejar casamientos. Según Edmundo Delgado, historiador sanjuanino, no hay registros ni hallazgos arqueológicos que prueben la veracidad histórica de los relatos, a pesar de lo cual, en tanto leyendas, son. Nadie las inventó y sin dudas son muy antiguas. Son patrimonio del pueblo, pertenecen al folklore en tanto saber  y al riquísimo imaginario sanjuanino.

Vista del Valle de Calingasta


domingo, 1 de abril de 2012

Pepitero Chico

 Pepitero Chico (Saltatricula multicolor) - Many-colored Chaco-finch

Llegamos al Parque Nacional Sierra de las Quijadas, ubicado en el extremo noroeste de la provincia de San Luis, poco antes del mediodía. El sol abrasaba el horizonte derritiendo la ruta que atravesamos desde los Bosques Telteca en el desierto mendocino, pasando por el sur de San Juan, una de las regiones más áridas y desoladas de nuestro país. Más de cuarenta grados de temperatura a la sombra nos obligaron a descansar un poco y aprovechar para almorzar en el quincho del área de acampe agreste que posee el parque. Comimos con la cámara colgada y la guia de aves próxima a las servilletas, pues varias decenas de comesebos y chingolos se acercaron en busca de las sobras de nuestro eventual banquete. Un canastero chaqueño, que tenía su nido en un espinillo cercano, iba y venía con cierta regularidad llevando el sustento a sus pichones. Una lagartija verde llegó corriendo en dos patas hasta el claro donde se reunían las aves, se detuvo un instante para permitirnos un par de fotos. Concentrados en la lagartija, apenas le prestamos atención a un ave que se posó en un arbusto cercano y que a priori nos pareció un Pepitero de Collar (llamado en la zona Sietecuchillos), ave común que fotografiamos en numerosas ocasiones a lo largo de nuestro país. La lagartija se perdió en el monte pero el ave regresó. La observamos con más detalle, no era un Pepitero de Collar, aunque se parecía bastante era más pequeña y colorida. Se trataba de un ave que habíamos visto solo fugazmente hace unos cuantos años en Cerro Colorado. Era el Pepitero Chico (Saltatricula multicolor), Burmeister 1860; también llamado Montero Manchado, ave del Orden de los Passeriformes (pájaros, propiamente dichos) y dentro de este a la Familia Emberizidae que agrupa a los "pajaritos" más conocidos popularmente como los pepiteros, cardenales, jilgueros, yales y corbatitas entre otros, con un total de 82 especies registradas para nuestro país. Las aves de esta familia se caracterizan por su pico robusto, corto y cónico, ideal para su dieta mayormente granívora que complementan con frutos e insectos. En general, emiten un canto agradable y variado.

El Pepitero Chico es una especie considerada endémica de la Región Chaqueña

El Pepitero Chico posee la cara negra, a modo de máscara que continúa hacia los lados de la garganta, que es blanca, como una corbata que se difumina en un collar gris. Por debajo del mismo, la zona ventral es de color canela con el centro blanquecino. Tiene cejas blancas notables y el pico es amarillo anaranjado con el cúlmen negro. Mide unos 15 cm. Es una especie solitaria y común en los algarrobales donde generalmente es terrícola. Su hábitat son los bosques y sabanas de tipo chaqueño, también el ecótono con el monte. En nuestro país se lo encuentra en las provincias que cuentan con estos hábitats: Formosa, Chaco, Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, norte de Córdoba y San Luis, este de Catamarca, La Rioja y San Juan, extremo noreste de Mendoza. También se lo encuentra en Corrientes y Entre Ríos. Desde el límite del Chaco Seco se extiende hacia el sur por la eco región del Espinal donde parece ser un habitante regular, precisamente por el distrito del Caldén (Prosopis caldenia) en la provincia de La Pampa, alcanzando incluso el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, donde se lo encuentra durante todo el año salvo los meses de julio y agosto. Fuera de nuestro país se distribuye por Bolivia y Paraguay, siendo raro en Uruguay. Es una especie común, siempre que cuente con sus hábitats. De momento no se encuentra en ninguna de las categorías de peligro, a pesar de la destrucción de su hábitat, en constante y progresivo desmonte; y de que es capturado para ave de jaula o mascota. 
Compartimos en esta entrada las dos imagenes que pudimos obtener del encuentro con esta bellisima ave antes de perderse en su árido y espinoso entorno.


Para leer o consultar:
Delhey, J.K.V y Scorolli, A.L.: "Abundancia relativa y estatus de residencia del Pepitero Chico (Saltatricula multicolor) en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, Argentina", Revista El Hornero 17 (1): 41-44, 2002.
Narosky Tito e Yzurieta Dario: "Guia para la identificación de las Aves de Argentina y Uruguay", Vazquez Mazzini Editores, Bs.As. 2006.
Olrog, C.C.: "Las aves argentinas, una nueva guía de campo" APN, Bs. As. 1984.


Ver más (sobre aves):