Culebra Verde y Negra (Liophis poecilogyrus sublineatus) - Green-and-Black Water Snake
Apareció de repente, serpenteando entre la hojarasca, para nuestra grata sorpresa mientras pasaba la tarde entre charlas de sobremesa en un camping próximo a la Laguna de Monte. Rápida como un rayo, más aun al ser descubierta, una pequeña Culebra Verde y Negra (Liophis poecilogyrus sublineatus) una de las más comunes en la eco-región pampeana y tal vez la única propia de esta. Era una cría, un juvenil, de escasos días de vida y no superior a los 19 cm. Con sumo cuidado la capturamos, con la única intención de estudiarla un poco, identificarla y tomarle algunas fotografías, para poder compartir el encuentro, darla a conocer a aquellos que no sepan nada de ella y brindar un alegato frente a su inocencia. Lo sabemos, lo hemos visto una y mil veces a lo largo y ancho de nuestro país. La mayoría de las personas no sabe nada de serpientes, a pesar de ello, lo primero que se les ocurre ante un encuentro con estos seres es aniquilarlas. Todos los seres de la naturaleza tienen un rol fundamental en los ecosistemas que habitan. Todo lo que es, tiene su razón de ser. Compartimos en esta nota unas cuantas imágenes de este bello y manso animalito.
A pesar de su corta edad y pequeño tamaño, ya realiza uno de los comportamientos característicos de la especie. En efecto, al sentirse acosada, levanta el tercio anterior de su cuerpo y "ensancha" la zona del cuello de modo similar a las conocidas Cobras de Asia y Africa. En esta posición balancea la cabeza de lado a lado. Esta actitud de intimidación no pasa de eso, pues su carácter es manso y no suele tratar de morder ni "tirar" mordiscones "a boca cerrada" como otras culebras. Repetimos, su carácter es manso y no suele intentar morder. El Dr. Gallardo relata que en ciertas condiciones algunos adultos si pueden hacerlo, pero dado su tamaño y su dentadura aglifa, carente de veneno no representaría peligro. En nuestros numerosos encuentros con esta especie jamás observamos actitudes agresivas.
En la segunda y tercer imágen se puede observar también el suelo manchado de blanco, tema que tratamos en una nota anterior: Miles de Biguás en la Laguna de Monte.
Su coloración, como indica su nombre, es verde y negra, pero cuando son juveniles es más bien amarilla y negra, con el vientre blanquecino manchado de negro.
Dorsalmente manchas irregulares negras sobre amarillo.
Cabeza pequeña, poco marcada, casi completamente negra.
Ojos con pupila redonda y escamas lisas en la cabeza con fosetas apicales.
Escamas supralabiales blanquecino amarillentas, algunas con la parte superior negra. Garganta y cuello inmaculados.
Nótese el pequeño tamaño (19 cm) y la mansedumbre.
Su piel es lisa y brillosa
Es muy tranquila luego del primer encuentro
Su hallazgo es muy frecuente, suele aparecer en praderas cercanas a cuerpos de agua o en el agua, de hecho nosotros la encontramos a unos diez metros de la Laguna de monte. Es peridoméstica también.
Esta especie copula de octubre a diciembre y la puesta se da de noviembre a diciembre. Nacimientos en febrero. Nosotros la encontramos el sábado 5 de marzo de 2011.
Los juveniles son en general más negros que los adultos.
Escurriendóse entre los dedos, detrás la Laguna de Monte.
Cuando adultos los machos alcanzan los 80 cm y las hembras, algo mayores, hasta 100 cm.
Se alimentan de anfibios adultos, renacuajos, peces y víboras ciegas del género amphisbaena.
Habita nuestro país desde el norte hasta el sur de la provincia de Buenos Aires.
La especie cuenta con varias razas o subespecies en toda su área de distribución, la bonaerense es la que mostramos Liophis poecilogyrus sublineatus. Recientemente publicamos una nota sobre otra serpiente, la Culebra de Agua Marrón (Liophis miliaris semiaureus) perteneciente al mismo género, uno de los más comunes y con varias especies de culebras en nuestro país.
Entraba en la palma de la mano
Durante este período puede ser presa de aves como el Pirincho (Guira guira), recordamos hace muchos años en un viaje al sur de Santa Fe que el auto embistió un grupo de estas aves, todas volaron menos una que habia quedado atrapada en la parrilla, obviamente muerta. Al llegar a destino la sacamos y de su buche sobresalía una cola. Sorprendidos extrajimos un juvenil de esta culebra similar al de la foto.
Durante nuestra niñez mantuvimos en cautiverio un ejemplar de esta especie, también juvenil de unos 40 cm es decir el doble de la fotografiada, durante unas dos semanas. Desde nuestra inocencia o ignorancia tratábamos de alimentarla con diferentes cosas que tiempo después supimos, no estaban en su dieta. Debido al supuesto ayuno del animalito, luego de ese lapso de tiempo y con certeza, la devolvimos a su medio natural de donde nunca debió haber salido.
Luego de tomarle unas cuantas fotografías
la soltamos con mucho cuidado en un lugar apropiado, lejos de la gente.
Ver también (sobre reptiles):
Para leer:
Gallardo, Jose M.: "Reptiles de los Alrededores de Buenos Aires", EUDEBA, Bs.As. 1977.
Giambelluca, Luis A. "Guía de Serpientes Bonaerenses" , 1º Ed. LOLA, Bs. As. 2004.Giraudo, Alejandro "Serpientes de la Selva Paranaense y del Chaco" 1º Ed. LOLA Bs. As 2004.
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